Con un número cada vez mayor de divorcios no solo en nuestro país, sino en todo el mundo, vale la pena preguntarse el papel que juega el estrés en las relaciones humanas, y específicamente, en las relaciones de pareja.
Sin lugar a duda, el estrés está afectando nuestras relaciones interpersonales, y en particular nuestras relaciones de pareja, pues tanto hombres como mujeres, vivimos permanentemente a la acecha de alguna amenaza, angustiados, listos para enfrentarnos o salir corriendo.
De acuerdo a la American Psychological Association, hombres y mujeres tenemos formas distintas de manejar el estrés: mientras que los hombres recurren al ejercicio y al alcohol para manejarlo, las mujeres tendemos a buscar el contacto social –una amiga con la cual platicar sobre nuestros problemas- , vamos a la iglesia, o simplemente nos enfermamos. Se ha demostrado que las mujeres no solo sufrimos más estrés que los hombres, sino también más ansiedad, depresión, intestino irritable, entre otras, aunque ciertamente vivamos más.
Ahora bien, cuáles son las causas de estrés en la pareja? Si bien es cierto que a cada uno le provocan estrés distintas cosas, hemos recopilado aquí frecuentes causas de estrés entre quienes forman una pareja:
1) El trabajo. Sabemos que el estrés laboral es un factor de estrés muy importante en quienes trabajan. En la pareja, el estrés relacionado con el trabajo parece ser un factor que afecta de manera importante la relación de pareja debido a las altas exigencias del mercado laboral, lo cual redunda en poco tiempo para estar con la pareja, agotamiento, mal humor, entre otros.
2) La educación de los hijos. La responsabilidad de cuidar a los hijos recae en un miembro de la pareja -normalmente la mujer-, tenga ésta o no un trabajo remunerado. Esto puede generar un estrés muy importante en la mujer, pero trascender a la relación de pareja. Igualmente la diferencia de opiniones respecto a cómo educar a los hijos, puede provocar conflictos y estrés en la pareja.
3) El dinero. Las cuestiones económicas pueden ser causa de estrés, tanto si la pareja lidia con problemas económicos, como si los ingresos familiares no se utilizan de manera adecuada. Incluso, si la mujer percibe mayores ingresos que su pareja, esto puede ser motivo de conflicto y estrés.
4) La violencia. La relación entre el estrés y la violencia es estrecha, pues se ha demostrado que tanto la violencia genera estrés en la pareja, como el nivel de estrés individual y entre los cónyuges, puede ser causa de violencia y distintos tipos de agresión ya sea física, verbal, sexual, entre otros tipos.
5) La infidelidad. El sentimiento de haber sido traicionado puede generar en los miembros de la pareja, una predisposición a “estar siempre vigilando” al otro, conducta característica de la respuesta de estrés: la hipervigilancia. Esto significa que no importa que haga la pareja, el otro estará siempre buscando una nueva traición.
6) La enfermedad de uno. Respecto a este punto, existe información contradictoria, pues si bien algunos consideran que tener una enfermedad grave puede ser causa de estrés y separación de la pareja, en algunos casos, este tipo de situaciones son encaradas como “pruebas” que la pareja enfrenta y que fortalecen su relación.
7) Diferencias no resueltas, la falta de comunicación. Problemas que no encuentran salida, así como poco tiempo o disposición para hablar de la relación, es una fuente de estrés, particularmente para las mujeres. De acuerdo a John Gray, autor de “Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus”, tales dificultades de comunicación tendrían que ver con distintos lenguajes que utilizan hombres y mujeres. En palabras de Gray “Los marcianos (hombres) evitan hablar de sus problemas y se refugian en sus cuevas para resolver sus problemas por ellos mismos, mientras que las venusinas (mujeres) buscan hablar de sus problemas, pues ello no las hace más débiles ni peores; hablar de los problemas de cada una se convierte en una forma de compartir”.
Ampliar las capacidades de cada uno de los miembros para manejar el estrés puede ser un factor que contribuya al bienestar de la pareja, pues como sugiere Benjamin Karney, profesor de Psicología Social de UCLA “el estrés es malo para la pareja que carece de recursos para manejarlo, y pudiera no ser tan malo para las parejas que cuentan con los recursos para ello”.
El estrés, si bien es algo que no podemos evitar, si podemos aprender a manejarlo, con la intención de mejorar no solo nuestra salud y calidad de vida, sino también aumentar la calidad de nuestras relaciones interpersonales y satisfacción con las mismas.
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